viernes, 18 de julio de 2008

El migrante como sujeto de participación

El siglo XXI parece ser el siglo de las migraciones, eso parece, pero no. Hablar de las migraciones es hablar del ser humano. Siempre ha migrado de un sitio a otro. Lo ha hecho desde los inicios, desde que el ser humano empezó a andar erguido en África. Desde ahí parte, según expertos, desde la sabana africana a buscar nuevos horizontes. Anduvo años y años pasando y adaptándose de un sitio a otro, de un clima a otro, hasta el momento, no se ha podido demostrar que, Adán y Eva, hubiesen venido del espacio. De momento y eso es lo paradójico, todos, tenemos nuestras raíces en África.

Hoy sin embargo la migración es otra. Si en el pasado, reciente, los europeos huían a otros continentes en busca de una vida mejor. Hoy lo hacen las personas de esos continentes a los que, los europeos llegaron.. El modelo económico neoliberal es la principal causa de que much@s de los migrantes que llegan a Europa salgan de sus países. Vienen en busca de una vida mejor, porque las estructuras de sus países, es tan precaria, o se han vendido al capital extranjero, que les impulsa a huir en busca de otras condiciones de vida.

Los migrantes ya están viviendo en Europa y quieren participar también como sujetos y no como mendigos de la solidaridad. Sin embargo hasta en eso hay, como siempre, dos maneras (o más) de hacer que ellos participen.

La primera tiene que ver con la manera paternalista de atenderles y de asistirles. Se les atiende y asiste porque, se piensa, que los “pobres” son tan - y están - indefensos que habrá que echarles una mano. Esa manera paternal de ver la migración está muy asentada en personas con buen corazón, en personas que consideran que la atención pasa por ese tapiz de la solidaridad. Ayudan a los “pobrecitos” que llegan, cansados, por ello – y por eso - se les ofrece una ayuda de caridad, para que los migrantes, puedan vivir mejor. Es su manera cómoda y fácil de concebir la solidaridad; yo te ayudo en tanto en cuanto tú ves como te ayudo. Te doy mi voto para que veas en mí que me solidarizo contigo, etc. En definitiva esta primera manera de ver la migración es tan bochornosa como la directiva que se acaba de aprobar en el parlamento europeo. Porque le quitan el protagonismo a los migrantes.

Y la segunda es más ecuánime, equitativa y solidaria, evita que se desarrolle la primera. Y es que, si el migrante se organiza puede ser un motor de lucha. Esta segunda opción es la que tiene que ver más con el carácter de clase, de esa clases que hablan los marxistas. Que sea él/ellos, el sujeto, sin que nadie, hable por ellos, sin que nadie les lleve de la mano, sin que nadie les diga cómo, cuándo y dónde tienen que hablar. Que sean ellos los que exijan sus derechos, organizándose y sobre todo y ante todo solidarizándose entre ellos porque sólo así estarán al lado de los que luchan aquí - como en sus países - por un mundo más justo. Que quienes migran sean los protagonistas, y los demás, es decir aquellos de buen corazón, sean un apoyo pero nunca un padre ni una ONG que les asiste y atiende. Que sean ellos en definitiva los sujetos de participación y de sus luchas reivindicativas.

la primera es la más arraigada en nuestra sociedad europea, si tenemos en cuenta que Europa se jacta de ser la panacea de la cultura democrática, ejemplo de la modernidad se entiende quizá el porqué está más arraigada. Todo pasa por la pátina euro centrista del mundo, la modernidad intelectual y cultural pasa por el occidente rico e imperial. La segunda es muy “poco fiable” para los que ostentan el poder, y también para aquellos que ven a los que vienen del Sur como los pobres de esta tierra, los incultos, los que no saben hablar, los que necesitan de nuestra ayuda paternalista y asistencialista de la solidaridad.

Y la segunda supone que los migrantes están al lado de los nacionales exigiendo sus derechos sin padrinos, ni padres ni pordiosero, luchan por sus derechos con dignidad, desde su propia identidad se afirman y se solidarizan también con aquellos que aquí, luchan.

Porque guste o no, los migrantes también traen un bagaje cultural, social, político e ideológico. Puede ser una utopía pedir que ya basta de asistencialismo de los estados y sus ONGs hacia las asociaciones de migrantes. Ya basta de continuar con la primera la más lívida solidaridad de asistencia. A los migrantes se les da las migajas, mientras los nuevos funcionarios con su paternal manera de solidarizarse con ellos, no hacen otra cosa más que justificar a aquellos maximalistas maltusianos que anuncian por todos los medios, que la migración es un problema, que vienen en avalancha y habrá que ponerle muro a esa migración que nos invade.

Si nosotros hacemos que se imponga la segunda opción en los colectivos de migrantes, y en aquellos que dicen trabajar para ellos, la solidaridad entre “mismos”, nacionales y migrantes, será una lucha de clases y desde ahí podemos hacer que algo cambie en este sistema capitalista neoliberal que no ve más que fuerza de trabajo, donde hay personas con rostros, con iniciativas de clase y no simples números como suele verlos siempre el capital.

Publicado en Gara

1 comentario:

Patricia M. Sartor dijo...

Muy claro, Tx...
¿Sabés algo? a mí no me gusta la opción de la solidaridad por lástima o por "bondad" ni me gusta el término "inclusión" con que tanto se expresa la sociedad... "el pobre debe ser incluido", dicen... y lo hacen sentirse incluido al hacerle creer que por comprar un par de cosas electrónicas y comer comida chatarra pueden ser parte de la sociedad capitalista... y esa gente agrega "inclusión para todos", "no está en discusión el modelo de sociedad, sólo queremos inclusión"...
Qué falsos... qué hipócritas... es como vos decís: ayudan mientras se vea que ayudan...
Pero no son falsos consigo mismos: esto que hacen lo hacen para que esa gente no se organice y quede a la espera de las dádivas siempre... y a cambio le pedirán su voto, claro... típico populismo barato...

Me parece que cualquier miembro de una minoría o grupo social especial sólo puede ayudarse a sí mismo, juntarse, compartir sus problemas, las motivaciones que los mueven a insertarse en esa comunidad y no en otra, porque ésa me parece es la razón de existir, ser humanos en determinado sitio para hacer las cosas que queremos...
Los migrantes probablemente no son todos iguales, algunos migran por necesidades económicas, otros por gusto de conocer culturas nuevas, otros por problemas políticos, otros porque son insaciables y no están a gusto en ningún sitio... cada sitio geográfico recibe una mezcla de migrantes, y eso es lo rico...

El día que los seres humanos olvidemos las nacionalidades y los egoísmos propios de la posesión de bienes seremos realmente humanos...
No entiendo al hombre si no es libre...

Me parece que los migrantes son los más humanos de todos los hombres... ¡fuerza, che!

Gracias Tx por compartir esta reflexión
www.lisa.bligoo.com