domingo, 21 de septiembre de 2008

Mauricio Funes el desmemoriado


América latina está viviendo cambios necesario y oportunos, en lo que se refiere a cuestiones políticas de elecciones. Es importante, sin embargo, no dejarse llevar por aquéllos que dicen ser "progresistas" o que son de "izquierdas"(¿que lo serán?) , no voy a hacer yo quien diga quién tiene esa merecida escarapela en la frente o el pecho, porque dentro de ese sector hay un abanico inmenso de pensamientos que se prodigan como tal.

Es el caso de El Salvador, que dentro de unos meses habrá elecciones para presidente. En estos momento se está viviendo en el pulgarcito de américa una algarabía que se mezcla con unas ilusiones de cambio en lo que se refiere a quién va a ganar esas elecciones. No deberíamos olvidar, sin embargo, que no todo lo que reluce es oro, como diría mi madre, para muestra un botón. posteo una entrevista a Funes el desmemoriado, va de candidato del partido político FMLN. Cada quién saque sus propias conclusiones. La entrevista, aunque corta, no tiene desperdicio.


Sin candidato a la vista, el FMLN dio un golpe de timón y eligió a un sucesor un tanto diferente. Esta semana Funes estuvo en Buenos Aires por poco más de un día. Tenía planeados encuentros con dirigentes sociales y de izquierda, pero uno a uno fue cancelándolos todos. Finalmente, sólo se reunió con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. “Hablé sobre la urgente situación alimentaria en mi país y sobre los temores de un fraude en las próximas elecciones. Le pedí que envíe observadores”, contó.

Pero Funes también le adelantó una propuesta. El ex periodista quiere acercar a los países centroamericanos al Cono Sur. “Creo que Argentina, Brasil y Chile pueden contrabalancear mejor la influencia de Estados Unidos en la región que el gobierno venezolano de Hugo Chávez. Sus discursos no son tan confrontativos.”

–Su discurso difiere mucho de los postulados históricos del FMLN. Usted prometió no tocar la dolarización, el TLC con Estados Unidos ni la ley de inmunidad que protege a los criminales de la guerra civil.

–Mi discurso no es el mismo de la izquierda tradicional, porque no la represento. Yo no vengo de allí ni me afilié a un partido que sigue esa línea de pensamiento. El FMLN evolucionó y la prueba es mi candidatura. Los jefes históricos del FMLN han pedido disculpas públicamente por cualquier exceso o dolor que le haya causado al pueblo salvadoreño. También reconocieron que el centro de monitoreo que tiene Estados Unidos en el país no es necesariamente malo, si es bien regulado y controlado. El FMLN fue uno de los opositores más duros al Tratado de Libre Comercio. Sin embargo, el partido entendió que no se puede romper un acuerdo que el país firmó. Las inversiones se irían en un minuto.

–¿Tampoco va a intentar construir un modelo socialista, como plantea el programa del FMLN?

–En los hechos el Frente renunció a construir un El Salvador socialista a corto o mediano plazo. Es imposible. El Salvador no puede convertirse en una nación socialista, porque ni siquiera es capitalista. Es casi una sociedad feudal. Tenemos que empezar a construir y después, mucho después, podemos empezar a imaginar un país socialista.

–¿Eso significa que no se inclinará por el ALBA, como lo hicieron Nicaragua y Honduras?

–Yo no puedo sumarme a un acuerdo comercial o a un bloque regional que ponga en peligro la relación con Estados Unidos. Simplemente no es realista. No puedo adelantar una posición sobre el ALBA, será un tema que analizaré, pero ya garantizo que no firmaré nada que contradiga los acuerdos económicos ya firmados por El Salvador ni que ponga en peligro la estabilidad económica y política del país.

–¿Qué se puede hacer, entonces?

–Yo no voy a perseguir ninguna aventura loca. Voy a respetar la propiedad privada y todos los compromisos comerciales previos. El país necesita pequeños cambios, que se empiecen a hacer las cosas bien. Necesitamos que los hospitales públicos tengan insumos, medicinas, camas. Hoy los hospitales están entre un 40 y un 60 por ciento desabastecidos. Incluso los salvadoreños tienen que pagar un vale solidario para poder atenderse. Los salvadoreños necesitan una buena educación, buenos trabajos, alimentos baratos. Yo miro los ejemplos de los gobiernos de izquierda de la región que funcionaron y lo hicieron de forma responsable. Veo al gobierno de Lula.

leer toda la entrevista en Página/12

viernes, 19 de septiembre de 2008

Bolivia, es toda América Latina.



América latina necesita seguir siendo ella, sin injerencias que inviten al asesinato como en el pasado. Recientemente en Bolivia, el imperio norteamericano, volvió a sacar a sus fieras en el Norte de ese País para que se ensañaran con los seguidores del presidente Morales. Bolivia es un país que su población es en su mayoría indígena, y por primera vez en la historia, tienen también a un presidente indígena. Los paramilitares, que es lo mismo decir, escuadrones de la muerte, han hecho de las suyas como bien le enseñaron los gringos.


América latina, toda, debe de seguir atenta lo que pasa en Bolivia, y, salir en defensa de su Presidente Evo cuando quienes a las órdenes de los usamericanos, con los escuadrones de la muerte se empeñan en llevar un genocidio y etnocidio encubierto, asesinatos selectivos y colectivos..., que lo único que buscan es meter miedo a la población. Quienes se prestan a esos servicios macabros de quien les da los dólares son los únicos responsables de que en ese País la muerte vuelve como en tiempos de la dictaduras.


Lo que sucede en el País Andino, lo que le sucede a los pobres, a los indígenas, a los que siempre han estado olvidados por quienes no hace muchos tenían el poder en sus manos, la burguesía criolla, estos que ahora se llenan la boca pidiendo su oportunidad de gobernar, con las dizque "autonomías", que no es más que querer seguir robando la riquezas de los Bolivianos.


Lo que le están haciendo al movimientos popular de Bolivia, que en su mayoría, son indígenas, se parece a lo que los nazis hicieron con los judíos antes de - y durante - la II Guerra mundial. El exterminio , el genocidio y etnocidio que han iniciado los terratenientes en el norte Bolivia, se viene preparando desde mucho antes, y es el embajador gringo, ahora nombrado persona non grata, el impulsor y patrocinador de lo sucedido. Esto refleja lo desesperados que están con seguir apoderándose de las riquezas del País, para ello, se van a valer de todos los métodos posibles, los mismos métodos, con los que los nazis hicieron en Europa.


Ante estos hechos, tod@s, debemos de estar atentos y solidarizarnos con el pueblo boliviano, como lo ha hecho UNASUR con el Presidente Evo Morales. Tod@s los latinoamerican@s debemos estar atentos para denunciar por - y en - todos los medios posibles las violaciones de derechos humanos que están cometiendo, los terratenientes y la oposición, contra la población indígena de Bolivia. Porque tod@s nos jugamos, en estos momentos, en Bolivia, la dignidad, la soberanía y la Unidad de América Latina.

jueves, 11 de septiembre de 2008

El 11 de Septiembre latinoamericano


El 11 septiembre murieron miles de personas y durante mucho tiempo, nadie, ha hablado de ellas, y, si se ha hablado se ha hecho primero en silencio o en la clandestinidad, después muchas personas anónimas con más voces y en espacios abiertos, pero desde hace siete años, venimos celebrándolo con mucho más ímpetu pero no se tiene en cuenta en los medios oficiosos este aniversario El golpe de estado que sufrió Salvador Allende. Sí, estoy hablando del 11 de Septiembre, la fecha en que la CIA y Henry Kissinger alentaron por medio de su títere Pinochet quien llevó a cabo el golpe de estado, que se saldó con miles de muertos y desaparecidos.

Este es nuestro aniversario, el de todos los latinoamerican@s que creemos en esos valores de equidad, justicia, solidaridad, por los que luchó Salvador Allende. Porque, que no se olvide, Allende fue elegido democráticamente en las Urnas. Lo digo porque ese es el argumento perfecto de los países occidentales para justificar que un gobierno es legítimo sólo si es por esas vías. Aunque ellos, impongan presidente por este medio, y con fraudes electorales como los ha habido - y muchos - en América latina.

Pero hablemos también pues, de su 11 de Septiembre. Se habla más de las torres gemelas, y no sólo hablan - y lo conmemoran - los gringos, muchos países hacen lo mismo. Empecemos diciendo que hubieron 2802 víctimas, la mayoría fueron trabajador@s de las torres como bomberos, policías, etc.


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martes, 2 de septiembre de 2008

Neoliberalismo y cultura

¿Hacia dónde nos lleva el neoliberalismo que no tiene nada de cultura? la respuesta habrá que buscarla cada uno en su interior y en su lugar de residencia. Y si encuentra el quid de ese modo de producción que a todos nos ve como meros consumidores, entonces habrá que hacer algo, pero habrá que hacerlo ya, porque si no, el neoliberalismo, nos devorará de a poquito, si es que no ha empezado ya, a comernos nuestras conciencias.



El neoliberalismo no sólo intenta destruir las instancias comunitarias creadas por la modernidad, como la familia, el sindicato, los movimientos sociales y el Estado democrático. Su proyecto de atomización de la sociedad reduce a la persona a la condición de individuo desconectado de la coyuntura sociopolíticoeconómica en la cual se inserta, y lo considera como mero consumidor. También se extiende, por tanto, a la esfera cultural.

Uno de los avances de la modernidad fue, con la llegada de la democracia, reconocer a la persona como sujeto político. Éste pasó a tener, además de deberes, derechos. Dotado de conciencia crítica, se libró de la condición de siervo ciego y dócil a las órdenes de su señor, consciente de que autoridad no es sinónimo de verdad, ni poder sinónimo de razón.

Ahora se busca quitarle a la persona su condición de sujeto. El prototipo de ciudadano liberal es el que se abstiene de cualquier pensamiento crítico y, sobre todo, de participar en instancias comunitarias. Y a esa cultura de abstención voluntaria contribuye de modo especial la televisión.

En sí misma la televisión es un poderoso instrumento de formación e información. Pero puede ser convertido fácilmente en mecanismo de deformación y desinformación, sobre todo si se engancha a la maquinaria publicitaria que rige el mercado. Así, la misma televisión se vuelve un producto para ser consumido y por tanto centrado en el aumento de los índices de audiencia.

Para ello se recurre a todo tipo de estrategias, con tal de los telespectadores se sientan atraídos por las imágenes. El problema es que la ventana electrónica está abierta hacia dentro del núcleo familiar. Es ahí donde ella descarga la profusión de imágenes y alcanza indistintamente a niños y adultos, sin el menor escrúpulo en lo referente al universo de valores de la familia.

Si la televisión transmitiese cultura -todo cuanto mejora nuestra conciencia y nuestro espíritu- sería el más poderoso vehículo de educación. Es verdad que no deja de hacerlo, pero la regla general no son los programas de densidad cultural sino el mero entretenimiento: distrae, divierte y, sobre todo, abre la caja de Pandora de nuestros deseos inconfesables. La imagen que "dice" lo que no nos atrevemos a pronunciar.

Al superar el diálogo entre padres e hijos e imponerse como interlocutora hegemónica dentro del núcleo familiar, la televisión altera las referencias simbólicas fundamentales del siquismo infantil. Es mediante el habla como una generación transmite a otra creencias, valores, nombres propios, megarrelatos, genealogías, ritos, relaciones sociales, etc. Transmite incluso la misma aptitud humana del uso de la palabra, a través del cual se teje nuestra subjetividad y nuestra identidad. Es esa interacción, propiciada por el diálogo oral, cara a cara, como nos educa las relaciones de alteridad, nos hace reconocer el yo delante del Otro, así como las múltiples conexiones que unen a uno con otro, tales como emociones, imágenes provocadas por gestos, expresiones faciales cargadas de sentimientos, etc.

El habla o el diálogo demarcan las referencias fundamentales a nuestro equilibrio síquico, como la identificación del tiempo (ahora) y del espacio (aquí), y de los límites de mi ser en relación a los demás. Si el habla se reduce a una catarata de imágenes que tratan de exacerbar los sentidos, las referencias simbólicas del niño corren peligro. El niño siente la dificultad de construir su universo simbólico, no adquiriendo sentidos de temporalidad e historicidad. Todo se reduce al "aquí y ahora", a la simultaneidad. La misma tecnología que reduce distancias en tiempo real -internet, teléfono celular, etc.- favorece una sensación de ubicuidad: "yo no estoy en ningún lugar porque estoy en todos".

Muchos profesores se quejan de que los alumnos ya no están tan atentos en las clases. Claro, el sueño de ellos sería poder cambiar al profesor de canal… Muchos niños y jóvenes muestran dificultad para expresarse porque no saben oír. Poseen un raciocinio confuso, en el que la lógica resbala frecuentemente en el aluvión de sentimientos contradictorios. Creen, sobre todo, que son inventores de la rueda y por tanto poco les interesa el patrimonio cultural de las generaciones anteriores (el financiero sí, sin duda).

De ese modo la cultura pierde refinamiento y profundidad, se confina a los simulacros de talk-show, donde cada uno opina según su reacción inmediata, sin reconocer la competencia del Otro. En el caso de la escuela, este Otro es el profesor, visto no sólo como despojado de autoridad sino, sobre todo, como quien abusa de su poder y no admite que los alumnos le traten de igual a igual… Ahora bien, ya que el profesor no "escucha", entonces sólo hay un medio de hacerle oír: la violencia. Pues fueron educados por la televisión, en la cual no se da el ejercicio de la argumentación paciente, de la construcción esclarecedora, del perfeccionamiento del sentido crítico. Es el incesante toma y daca, y casi siempre a base de coacción.

Por eso se cae en una educación calificada por Jean Claude Michéa de "disolución de la lógica". Se deja de distinguir entre lo principal de lo secundario, de percibir el texto en su contexto, de incluir lo particular en el telón de fondo de lo general, para acatar pasivamente las presiones de consumo que intentan transformar los valores éticos en meros valores pecuniarios, o sea todo es mercadotecnia, y es su precio el que le imprime, a quien lo posee, determinado valor social, aunque no tenga carácter.

Se prescinde del acto de pensar, reflexionar, criticar y especialmente de participar en el proyecto de transformar la realidad. Todo pasa a ser cuna cuestión de conveniencia, gusto personal, simpatía. También son considerados comerciables la biodiversidad, la defensa del medio ambiente, la responsabilidad social de las empresas, el genoma, los órganos extraídos a los niños, etc.

tomado de rebelión