domingo, 19 de enero de 2014

A Juan Gelman.


Al poeta de la sonrisa triste.

Cómo no recordar en este momento al poeta Juan Gelman si casi nos parece que estamos viendo a cada latinoamericano que ha padecido y vivido el exilio. Juan Gelman fue uno más en los miles y miles de latinoamericanos que sufrieron silenciosamente ese largo viaje del que no  volvió hasta que encontró a su nieta pero sobre todo y ante todo, su hijo.  Siempre supimos por tu poesía que eras cruel contigo mismo.

Que eras tú el que silenciosamente nos empujabas a seguir el camino que miles de latinoamericanos nos empujaron a vivir, tu poesía estaba allí, adivinándonos cada paso posible el que se da y el que está por hacer. Y nos fuimos casi seguros de saber que valía la pena la lucha por más mínima que esta fuese. Sí, era tu poesía la que invadía el corazón de cada exilio. Ahora que no dejaste físicamente. Vos Juan Gelman sos, pues, una representación poética viva de las venas de américa latina.

Y nos guste o no, su poesía era  inventada desde la esperanza, desde la lucha y sobre todo, sí, sobre todo, desde el amor…, esos versos que melódicamente nos hace - y nos hacía - recordar en cada silencio, una voz,  y en cada sufrimiento un rostro. De aquellos calabozos salieron pocos pero se quedaron muchos.  De aquellas realidades en la que los gringos junto a  sus lacayos militares y burgueses locales hicieron de un mundo amable,  el infierno. Gelman vivió allí  y padeció allí lo que vos y yo, nosotros, vosotros, los todos… vivimos casi sin darnos cuentas, pero los vivimos.